Clase de Transigrafia de borde

Este día tan especial, se nos entregaron nuestras herramientas para crear y aquel lavado de mirada nos entregaba una refrescante y  nueva visión como artista, con ello emprendimos el viaje y juntos caminando hacia la playa al compas del sonido de la música y percusiones que nació de entre nosotros mismos sin planificarlo.

 

Nos ubicamos frente a las rocas y aquel mar lleno de olas, con el barco y nosotros observado con ojos atentos y curiosos.

Comprendimos que este ritual daba inicio al viaje y para poder emprenderlo debíamos perder algo, en este caso nuestra nave que nos acompaño durante la primera etapa.

Al verlo arder se sintió como una sensación de euforia y emoción por saber lo que vendría.

Una aventura que dio comienzo junto con el fuego que de cierta forma fue la señal del inicio del cambio, que no hay vuelta atrás, que vienen nuevos desafíos y nuevas experiencias a vivir y queremos ir por ellas.